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Faunia

Faunia

Faunia es un gran parque biológico que nos permite ver y conocer a los animales de una forma diferente y más cercana, en mi opinión, que los clásicos zoológicos.  Está situado en Valdebernardo, entre los madrileños barrios de Moratalaz y Vicálvaro.

Se inauguró en 2001 con el nombre de “Parque biológico de Madrid”, un año más tarde se le cambió el nombre por el actual Faunia.

Está dividido en diferentes ecosistemas, cada uno con la temperatura, grado de humedad y cantidad de luz adecuados a los animales que lo habitan.

Dispone de exhibiciones en diferentes horarios para facilitar poder verlos todos.  Con la entrada  te Plano Fauniafacilitan un mapa con un recorrido recomendado. Siguiendo las flechas sugeridas, se puede ver todo Faunia en unas 4-5 horas. El recorrido resulta tan ameno, que no te percatas del tiempo empleado en realizarlo. Además, tiene numerosas zonas de descanso y baños repartidos a lo largo del recorrido. Los horarios de las exhibiciones y espectáculos figuran en el reverso del mencionado plano. Por cierto, las dobleces y arrugas que se aprecian en la foto son el resultado de la visita.

Faunia permite el acceso al recinto con comida y bebidas de fuera y existen zonas de picnic específicas, para consumirlas. Además, tiene numerosos y diferentes kioscos y restaurantes propios.

Los ecosistemas de Faunia son diferentes y muy variados, desde La Granja, lo más doméstico, al exótico “Veneno” donde se nos muestra la naturaleza más tóxica tanto animal como vegetal. Quizá el ecosistema más visitado sea el “Ecosistema de los Polos”, donde se recrea un trocito de Antártico con simpáticos pingüinos de diferentes especies.

Sin duda, mi favorito, desde la primera vez que visité Faunia es el ecosistema  “Jungla”. Se accede a él, a través de un túnel transparente que atraviesa un acuario con peces de colores de diferentes formas y tamaños. Se va ascendiendo por rampas que nos permiten “dar una vuelta” por la jungla con su frondosa vegetación, los pajaritos volando y riachuelos donde se ven, desde fuera, a los peces que al principio vimos dentro del acuario. Cada media hora, se produce una tormenta tropical con una lluvia torrencial. De repente, todos los bulliciosos animales callan y buscan refugio y tan solo se escuchan los truenos y el sonido de la lluvia cayendo. Además, tiene una zona por la que podemos pasear entre, tucanes, grandes mariposas y simpáticos monitos que no dudaran en quitarnos cosas de nuestros bolsos y mochilas, si no hemos hecho caso a los carteles que nos indican que los llevemos cerrados.

Faunia va cambiando y mejorando desde su inauguración. La última vez que estuve, el pasado mes de abril, descubrí un par de novedades que me gustaron mucho. Una de ellas “El Cañón de los Dinosaurios”, obviamente no son de verdad pero, se mueven y resuenan como si lo fueran y hacen las delicias que los niños.

La otra novedad se llama “Manglar de los Cocodrilos”, donde se puede pasear entre magníficos ejemplares. Que nadie se asuste, existe un cristal de seguridad pero, la impresión de cercanía es absoluta. Como su propio nombre indica, son cocodrilos, no caimanes.

Comienza el buen tiempo, los días son largos y creo que es el mejor momento para conocer a los animales y su entorno, especialmente para acercar a los niños a la naturaleza.

Faunia es un complemento al zoológico, los animales se observan de una forma diferente, quizá más cercana y al ser de menor tamaño que los del zoo, puede ser una gran opción para acercar a los más pequeños de la familia a los animales y su mundo sin que se asusten por su tamaño.