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Casa de las Flores

Cuando pensamos en monumentos, obras artísticas o importantes edificaciones, la mente nos lleva a grandes iglesias, importantes esculturas o pinturas que nos impactan. Sin embargo, Madrid tiene mucho más. A veces, como ya hemos visto, mercados de abastos, estaciones de ferrocarril o edificios destinados a oficinas o viviendas son tan grandiosos e importantes como las tradicionales obras arquitectónicas.

Este artículo se ocupa de una de ellas. Se trata de la conocida como Casa de las flores, en el barrio de Argüelles.

La Casa de las flores es un edificio de viviendas diseñada por el estudio de arquitectura de Secundino Zuazo a principios de los años 30. Formaba parte del Plan Castro para el ensanche de Madrid.

La edificación forma parte de la corriente de construcción moderna donde los arquitectos buscan una racionalización del espacio para crear viviendas más iluminadas, funcionales y ventiladas consiguiendo así una mejora higiénica de los alojamientos.

La casa de las flores ocupa la manzana limitada por las calles Hilarión Eslava, Rodríguez San Pedro, Gaztambide y Meléndez Valdés, y muy próxima a la calle Princesa. Se trata de un edificio de ladrillo, de cinco alturas además de la planta baja, donde se sitúan arcadas que funcionan a modo de pórtico y como escaparate de los locales comerciales.

En 1981 se declaró Monumento Nacional y desde 2005 los vecinos tienen que cumplir una normativa para su mantenimiento en caso de reformas.

El edificio se estructura con dos bloques alargados paralelos, unidos entre sí por los cuerpos de escaleras y dejando huecos interiores donde se sitúan zonas ajardinadas que cumplen su función de patios de luces. La cubierta es plana a modo de terraza para darle utilidad como zona de tendedero.

En la esquina que forman las calles Hilarión Eslava con Rodríguez San Pedro, el arquitecto retranquea la escuadra de los cinco pisos superiores, situando pérgolas sobre la arcada y profundas terrazas corridas, con lo que se consigue suavizar las formas, integrar el edificio al entorno, (propiciado por la forma en la que se unen las calles Hilarión Eslava con Princesa), y proteger las viviendas de la luz y el calor solar.

La Casa de las flores, como otros muchos inmuebles de Madrid, tiene una importante historia política y cultural a sus espaldas. Se finalizó cuando se proclamó la Segunda República, fue sede del consulado de Chile, en ella tuvo su vivienda Pablo Neruda cuando se le nombró cónsul en 1934. Fue Rafael Alberti quién le buscó esta vivienda. Fue frecuentada por numerosos artistas de la Generación del 27 que acudían a las tertulias organizadas allí por Neruda.

Durante la Guerra Civil la planta baja fue utilizada como cuartel, almacén y cárcel. Por este motivo y por su proximidad al frente de Moncloa fue muy dañada durante la contienda, sufriendo numerosos daños que fueron restaurados en los años 40, manteniendo el diseño original. Durante los bombardeos Pablo Neruda estaba fuera de España y aunque su vivienda no resultó afectada, a su vuelta el poeta trasladó su residencia.

La Casa de las flores también tuvo como ilustre residente al Premio Nobel don Severo Ochoa, que vivió en ella hasta el estallido de la Guerra Civil.

Escuelas Aguirre

Frente a la puerta del Paseo de Coches del Parque del Retiro. En un solar triangular conformado por la calle Alcalá, la calle O’Donell y la calle Aguirre, nos encontramos con un edificio de aspecto singular respecto a los edificios de su entorno. Se trata de las Escuelas Aguirre.

El comerciante Lucas Aguirre, influido por ideas Krausistas pensó que la mejor manera de impulsar el progreso de la sociedad era mediante la educación. Para ello, decidió donar gran parte de su fortuna para la creación de tres escuelas para niños y niñas sin recursos. Una de esas escuelas, la construyó todavía en vida, en el pueblo natal de su padre en la provincia de Burgos. En su testamento dejó instrucciones para la creación de las otras dos. Una en Cuenca, ciudad donde nació y la tercera en Madrid, edificación de la que trata este artículo.

El arquitecto encargado de su construcción fue Emilio Rodríguez Ayuso, autor además del jardín y la verja que lo rodea.

La institución docente se inauguró en 1886 e incluía estancias tan novedosas para la época como, gimnasio, biblioteca, patio de recreo, sala de música y observatorio meteorológico.

Antes de su inauguración oficial, el edificio sirvió de sede de la Exposición Literaria y Artística inaugurada por el rey Alfonso XII en 1884.

El edificio de las Escuelas Aguirre es de estilo neomudéjar, de ladrillo rojo con el que se realiza todos los elementos decorativos que adornan la construcción. Es un edificio de dos alturas. La planta baja de forma cuadrangular, el segundo piso tiene forma de “U” conformando en el centro un patio. Además, cuenta con una torre en el centro de la fachada.

Torre escuelas AguirreLa torre de las Escuelas Aguirre tiene casi cuarenta metros de altura, dividida en tres cuerpos. El central el doble de alto, donde se sitúan óculos y sobre ellos tres vanos adosados. En el cuerpo inferior hay un reloj y  en el más alto se remata la construcción con un mirador dónde se situó el ya mencionado observatorio meteorológico.

En origen las Escuelas Aguirre se gestionaron a través de un Patronato hasta que, en 1911 pasó a depender del Ayuntamiento de Madrid.

A lo largo de su existencia ha sufrido diversas reformas para adaptar el edificio a los nuevos tiempos y a sus nuevos usos. En la década de los años 70 del pasado siglo, dejó de prestar servicio como centro docente. En los años 80 funcionaba como oficina de empadronamiento y desde 2008 es la sede de la Casa Árabe e Instituto Internacional de Estudios Árabes y del Mundo Musulmán.

Un pedacito de Egipto en Madrid

En el Parque del Oeste, en la explanada dónde se ubicaba el Cuartel de la Montaña, encontramos el Templo de Debod.

El Templo de Debod es un complejo arquitectónico formado por tres estructuras de pequeño tamaño. Está dedicado a los dioses Amón e Isis. Tiene más de 2.200 años.

Cuando se proyectó la construcción de la Gran Presa de Asuán en la región de Nubia, la UNESCO se percató del riesgo de desaparecer que corrían numerosos templos de la zona, sobre todo, Abu Simbel. Entonces, se lanzó un llamamiento a todos los países para que ayudaran a reubicarlos. España fue uno de los países que acudió a esta llamada y en agradecimiento, Egipto nos regaló el Templo de Debod.

El templo se encuentra en un mal estado de conservación. Se ha cuestionado el poco cuidado que se tuvo en su traslado, montaje y con las posteriores restauraciones que se le ha realizado. A esto hay que unir el deterioro que ya llevaba sufriendo el complejo.

Durante la dominación del Imperio Romano en Egipto, el templo dejo de prestar culto pagano por lo que se abandonó con el consiguiente deterioro. A principio del siglo XX, cuando se construyó la Primera Presa de Asuán, el Templo de Debod permanecía sumergido en las aguas del Nilo durante nueve meses al año, lo de dañó la piedra arenisca e hizo que se perdiera la policromía que lo decoraba.

Para el salvamento del conjunto arquitectónico y su posterior traslado, el Templo de Debod fue desmontado piedra a piedra y estuvo almacenado durante una década hasta que se trasladó a Madrid donde se volvió a montar, no sin dificultad ya que algunos de los números que marcaban la posición de cada sillar se había borrado.

En 1972 fue inaugurado por el entonces alcalde de la capital, Carlos Arias Navarro.

Pilonos
Las dos estructuras que conforman los pilonos están situadas sobre
una plataforma rodeada de un pequeño estanque. El edificio de la capilla, núcleo principal del conjunto, se puede visitar. La entrada es gratuita y tiene exposiciones y proyecciones sobre el templo y su historia.

Además, desde la explanada donde se sitúa hay una bonita vista de Madrid, con la Casa de Campo al fondo. Especialmente bonita durante la puesta de sol.

Este emplazamiento es además, el elegido por numerosas parejas para la realización del reportaje fotográfico de su boda.

Edificio Grassy

En el principio de la Gran Vía.

En el número 1 de tan emblemática calle de Madrid, en el ángulo que forman la calle Caballero de Gracia y Gran Vía se encuentra el edificio Grassy.

El edificio Grassy, uno de los primeros construidos en la entonces llamada Avenida Conde de Peñalver (primer tramo de la actual Gran Vía), fue erigido por el arquitecto Eladio Laredo y Carranza para albergar viviendas de lujo. El inmueble ocupa una parcela triangular y está formado por dos casas independientes unidas por un vestíbulo en la planta baja.

La construcción es de estilo ecléctico. Laredo sitúa en el ángulo un cuerpo circular, a modo de rotonda, estructurado en tres cuerpos remarcados por balaustradas. Cada uno de los cuerpos tiene dos plantas, en la primera sitúa un balcón corrido, mientras que en la superior cada vano cuenta con su propio balcón curvo de rejería.

En el cuerpo central del edificio Grassy se enmarcan los vanos con columnas gigantes de orden corintio, que en la rotonda son pareadas, y sobre las que apoyan tramos de entablamento que convierten a las fachadas laterales en un recorrido retranqueado.

Templetes edificio GrassyEn el último cuerpo de la finca se sustituyen las columnas por pilastras y los tímpanos superiores se decoran con azulejería que en 1916 se encargan a Daniel Zuloaga.

El cuerpo circular que conforma la esquina del edificio Grassy está coronado por dos templetes columnados superpuestos.

Siempre que veo esta construcción no puedo dejar de pensar en una gran tarta, y son estas estructuras superpuestas las que me dan esa impresión. Decir que es una percepción absolutamente personal.

La denominación de Edificio Grassy se acuña a principios de los años 50 del siglo XX, cuando el joyero Alejandro Grassy adquiere el local de la planta baja para situar en él su negocio de relojes de lujo. Desde entonces, el edificio siempre ha mostrado publicidad de distintas marcas de relojes, siempre de alta gama. Actualmente, se anuncia Rolex. La relojería, que continúa perteneciendo a la misma familia, también conserva el nombre.

Metropolis y GrassySi nos situamos en la esquina de Gran Vía con la calle Alcalá, tenemos una panorámica del edificio Metrópolis y del edificio Grassy. Dos vecinos de similar forma, ambos de estilo ecléctico pero, totalmente diferentes entre sí.

Estación de las Delicias (Museo del Ferrocarril)

La estación de las Delicias se inauguró en 1880, doce años antes de que se hiciera la Estación de Atocha, que por aquel entonces era un simple “Embarcadero”.

Se construyó al lado del antiguo “Palacio de las Delicias del Río”, junto al Paseo de las Delicias, del  que toma su nombre. En la actualidad los edificios construidos posteriormente a lo largo del  Paseo  impiden que se vea el edificio de la estación.

La estación de las Delicias es obra del ingeniero francés Èmile Cachelièvre y comenzó a construirse en 1879. Los principales materiales constructivos son el hierro y el cristal. La estructura de hierro se construyó siguiendo el sistema conocido como “sistema de Dion”, siendo la estación más antigua que se conserva construida con este sistema, Esta estructura metálica se construyó en Bélgica y se transportó a Madrid para su montaje.

La estación es un conjunto de edificios. El principal (la estación propiamente dicha) es el edificio de viajeros, consta  de dos pabellones paralelos, uno para llegadas y otro para salidas, realizadas en ladrillo con Interior estación de las Deliciasuna marquesina de cristal que cubría el acceso. Ambos pabellones están unidos entre sí por una gran nave central, de más altura sostenida por la estructura de hierro y con cubierta a dos aguas. Esta diferencia de altura se cubre con cristal lo que aporta gran luminosidad al edificio. En este espacio diáfano es donde se sitúan dos andenes y cinco vías. Desde 1930, año en que se reformó la estación, esta consta de tres andenes y cuatro vías.

Otras edificaciones que forman parte del conjunto de la estación de las Delicias son: los Muelles de Mercancías, cuatro en total y el edificio conocido como Fielato de Consumos, edificio dedicado a las oficinas para recaudación de los tributos de las mercancías y para el control sanitario de los alimentos que se transportaban.

La estación se construyó como terminal de la línea férrea que unía Madrid con Ciudad Real y fue inaugurada por el rey Alfonso XII, En 1883 se convirtió en estación internacional al ser el arranque de la línea de ferrocarril MadridLisboa.

En 1969 dejó de prestar servicio al tráfico de viajeros manteniéndose como estación de mercancías hasta 1971, año en que se cerró hasta que en los años 80 del pasado siglo pasó a convertirse en la sede del Museo del Ferrocarril.

En la actualidad durante los meses de mayo, junio, septiembre y octubre, desde la estación de las Delicias sale el Tren de la Fresa, que realiza el trayecto MadridAranjuez en un tren de época, en conmemoración al viaje inaugural del todavía “Embarcadero”, posteriormente estación del Mediodía que realizó la reina Isabel II.

Teniendo en cuenta que la estación del Mediodía se inauguró en 1891, la estación de las Delicias es la más antigua de Madrid construida en hierro y cristal.

El Museo del Ferrocarril abre sus puertas para permitir al público un Museo del Ferrocarril“paseo” por la historia del tren en España, desde las máquinas de vapor al «modernísimo» TALGO. Incluso puedes tomar un tentempié en un elegante vagón restaurante. También  ofrece diferentes exposiciones temporales, relacionadas con el mundo del ferrocarril. Además, el primer sábado de cada mes se puede disfrutar en el museo de una Feria de Juguetes y el segundo sábado de una Feria de Motores. Se accede al museo por debajo que la marquesina que, originalmente estaba situado en el pabellón de llegadas. La marquesina del pabellón de salidas se conserva en el mismo sitio desde su construcción.

Mercado de San Miguel

Mercado de San Miguel

Muy próximo a la Plaza Mayor, en la Plaza de San Miguel, se encuentra el mercado del mismo nombre.

El mercado de San Miguel recibe su nombre de la mencionada plaza y ésta, a su vez, de la parroquia de San Miguel de los Octoes situada en ese mismo lugar hasta que fue destruida a principios del siglo XIX.

Placa del mercado de San MiguelEl actual mercado se construyó a principios del siglo XX, entre los años 1913 y 1916, fue obra del arquitecto Alfonso Dubé y Díez, tal y como podemos ver en una placa situadas en el exterior.

A mediados del siglo XIX comenzaron a construirse edificaciones de hierro y cristal, tanto para los pabellones de las diferentes Exposiciones Universales que proliferaron en esta época, (un ejemplo es el Crystal Palace de la  Exposición Universal de 1851 en Londres), como para mercados de abastos, algunos de ellos todavía en pie como el mercado de Les Halles en París, el mercado de Bolhao en Oporto o el mercado de la Boquería en Barcelona. Madrid no fue ajena a esta corriente y en el último cuarto del siglo XIX tuvo cuatro mercados con estructuras de hierro y cristal. Fueron el mercado de los Mostenses, el mercado de la Cebada, mercado de Chamberí y mercado de la Paz. Estos mercados todavía existen, aunque han sido tan remodelados y modernizados que de los edificios originales solo queda el nombre.

El mercado de San Miguel continúa con esta tendencia constructiva, siendo el único mercado de Interior del mercado de San Miguelestas características que se conserva en Madrid. Sus estructuras de hierro fundido recuerdan a las estaciones de ferrocarril construidas en el siglo XIX, como la Estación del Mediodía. El mercado que nos ocupa es un edificio de planta rectangular, de dos plantas. Una superior, situada a pie de calle, donde se sitúan los puestos de venta y otra planta inferior, un sótano de las mismas dimensiones con la función de almacén. Su estructura de hierro y cristal permite la entrada de luz natural.

Interior del mercadoEn 2009 el mercado de San Miguel reabrió sus puertas tras una remodelación que permitió un ligero cambio de uso. En la actualidad, no es solo un mercado de abastos. Ahora, los clásicos puestos de Reflejo del Mercado de San Miguelventa de alimentos, conviven con bares y barras dedicadas a la degustación de productos. Además se colocó el entarimado del suelo y la cristalera exterior que, dependiendo de la situación del sol, nos ofrece unos reflejos que producen una imagen del edificio un tanto “peculiar”.

Aunque el mercado actual data de principios del siglo XX, el emplazamiento tiene una gran tradición mercantil, ya que se ha estado utilizado para la compra-venta de productos frescos en Madrid desde la Edad Media, compartiendo el espacio con la desaparecida iglesia de San Miguel de los Octoes mientras esta estuvo en pie.

Un paseo por el interior del mercado de San Miguel es una experiencia que recomiendo. Eso sí, dependiendo de “la situación del bolsillo” de quién lo visita, quizá conviene no sucumbir ante la tentación de tomarse un café. Yo me permití ese lujo, lo que me supuso pagar 2,30€ por un café bastante “normalito”.

Casa de la Moneda

Edificio de la Casa de la Moneda

En el número 106 de la calle Jorge Juan encontramos la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, más conocida como Casa de la Moneda. Se trata de una enorme edificación cercana al Palacio de los Deportes.

Hagamos un poco de historia. La primera Casa de la Moneda que hubo en Madrid estaba situada en la calle Segovia. En la segunda mitad del siglo XIX fue necesario modernizar la maquinaria, siendo las nuevas más grandes. Esto, unido a lo deteriorado del edificio, llevó al traslado de la entidad.

En 1861 se situaron en un inmueble situado en la Plaza de Colón, junto a la Biblioteca Nacional. En él se reunieron en una misma sede la Casa de la Moneda y la Fábrica del Sello. Ambas instituciones compartían edificio, aunque hasta 1893 fueron organismos independientes.

La Casa de la Moneda de la Plaza de Colón, obra del arquitecto Francisco Jareño, volvió a quedarse pequeña y obsoleta por lo que en 1964 se trasladó al edificio que nos ocupa. El inmueble vecino a la Biblioteca Nacional se demolió en 1970 y en su lugar se crearon los Jardines del Descubrimiento y el Centro Cultural de la Villa, actualmente denominado Teatro Fernán Gómez.

Museo de la Casa de la MonedaFábrica de Moneda y TimbreEl 11 de julio de 1964 se inauguró el nuevo edificio de la Fábrica Nacional de la Moneda y Timbre. Edificio de estilo racionalista, tiene dos entradas principales. Son similares, una está en la calle Jorge Juan y la otra en la calle Doctor Esquerdo. Ambas tienen un imponente pórtico de pilares cuadrados sobre una escalinata.

En las nuevas instalaciones, además de la impresión de monedas y billetes, se comenzaron a producir billetes de lotería y cartones de bingo. En la actualidad, incluso de producen documentos oficiales como el DNI, tarjetas inteligentes y determinados certificados electrónicos.

El edificio de la Casa de la Moneda da cobijo al Museo de la Casa de la Moneda. El museo es la única zona visitable del edificio. Se accede a él por el acceso de la calle Doctor Esquerdo y poseen su interior una de las colecciones numismáticas más importantes de Europa. Además se pueden admirar colecciones filatélicas, de billetes de lotería así como diversos materiales y maquinarias necesarios para su fabricación a lo largo de la historia.

El edificio de la Casa de la Moneda da cobijo al Museo de la Casa de la Moneda. El museo es la única zona visitable del edificio. Se accede a él por el acceso de la calle Doctor Esquerdo y poseen su interior una de las colecciones numismáticas más importantes de Europa. Además se pueden admirar colecciones filatélicas, de billetes de lotería así como diversos materiales y maquinarias necesarios para su fabricación a lo largo de la historia.

Palacio Goyeneche

Real Academia de Bellas Artes de San Fernando

En el número 13 de la calle Alcalá, frente a la fachada del Palacio de la Equitativa y próximo al Casino de Madrid y la Puerta del Sol, se encuentra el edificio sede de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Pero, ni el edificio se construyó para tal fin, ni la Academia ha estado allí siempre.

El edificio fue construido en el primer cuarto del siglo XVIII por José Benito de Churriguera para ser la casa-palacio del conde de Saceda. Era conocido como Palacio de Goyeneche por ser residencia de la mencionada familia.

A mediados del mismo siglo, Felipe V decidió crear una Academia de Bellas Artes, al estilo de las que existían en otros países de Europa. Inicialmente, se fundó en la Casa de la Panadería en la Plaza Mayor pero, enseguida se quedó pequeña y se decidió cambiarla de ubicación. En 1773, ya bajo el mandato del rey Carlos III, se optó por adquirir el Palacio Goyeneche para tal fin y se procedió a reformarlo para adaptarlo a las necesidades y gustos del momento. El encargado de la “modernización” del edificio fue Diego de Villanueva quién, eliminó los elementos barrocos de la fachada y le dio el estilo neoclásico que vemos colocando una portada de orden dórico a modo de pórtico sobre el que apoya un balcon.

Hasta finales del siglo XIX en el Palacio de Goyeneche convivieron dos importantes instituciones, la Academia de Bellas Artes y el Gabinete de Historia Natural.

La Real Academia de Bellas Artes de San Fernando conserva su nombre desde 1846 aunque durante la I República perdió el adjetivo real que volvió a recuperar con la restauración de Alfonso XII. Además de mantener su actividad docente y de consulta, es conocida por sus importantes exposiciones temporales y sus colecciones de arte. Su colección permanente posee obras maestras del arte español, italiano y flamenco. Además se pueden ver vaciados, esculturas, dibujos y las planchas de cobre grabadas al aguafuerte de Goya.

Por todo esto, la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, sin ser tan conocida como el Museo Thyssen-Bornemisza o el Museo Reina Sofía, se considera la segunda pinacoteca de España, después del Museo del Prado.

El edificio fue declarado Monumento Nacional en 1971.

Teatro Español

Teatro Español

El Teatro Español es un edificio clasicista, situado en la esquina de la calle del Príncipe con la calle del Prado. Es otro de los emblemáticos edificios de la Plaza de Santa Ana y está enfrentado con el imponente Hotel Reina Victoria.

Desde sus inicios ha tenido diferentes nombres hasta 1849, año en que pasó a denominarse Teatro Español.

En el inmueble del Teatro Español se llevan a cabo representaciones teatrales desde el siglo XVI, cuando la Cofradía de la Pasión y la Soledad compraron la casa de Isabel Pacheco para dedicarlo a representaciones teatrales. Lo denominaron “Corral de la Pacheca” en honor a la propietaria. Con el paso del tiempo se fue conociendo por el nombre de la calle donde estaba situado, siendo primero “Corral de Comedias del Príncipe” y después “Teatro del Príncipe”, hasta tener su actual denominación en 1849.

En el siglo XVI, el teatro pasó a ser propiedad del Ayuntamiento de Madrid y el consistorio le encargó al arquitecto Juan Bautista Sacchetti su reforma. El arquitecto, con la colaboración de Ventura Rodríguez, lo transformó en un moderno local cerrado, que fue arrasado por un incendio en 1802. Cinco años más tarde, fue Reconstruido por Juan de Villanueva, autor también del Museo del Prado, el Oratorio del Caballero de Gracia, el Observatorio Astronómico

Villanueva es el creador de la fachada de estilo neoclásico que podemos ver en la actualidad, aunque ha sido levemente modificada tras las reformas necesarias tras los incendios sufridos después.

El arquitecto resalta la fachada de acceso, ligeramente resaltada, coronándola con un frontón triangular clásico. Además separa los vanos mediante pilastras de orden gigante y capitel corintio. En los años 80 del siglo XX se anexa al teatro el edificio colindante. Se da continuidad a la decoración de la fachada pero esta pierde su simetría.

En 1887, el Teatro Español fue declarado en ruinas y cerró sus puertas hasta 1895, tras las obras de reforma y mejora realizadas por Román Guerrero, padre de la célebre actriz María Guerrero.

Durante la II República se convirtió en Teatro Nacional.

En 1975 el Teatro Español sufrió un nuevo incendio en su interior. Tras su restauración se reabrió en 1980 perteneciendo, de nuevo, al Ayuntamiento de la capital tras varias décadas de depender del Ministerio de Cultura y del Ministerio de Información y Turismo.

En su interior se han continuado realizando reformas y mejoras. En 2004 se reabrió el foso de la orquesta y en 2006 necesitó obras para su adecuación a la nueva normativa contra incendios.

En sus más de 430 años de historia, el Teatro Español ha ido acumulando diferentes notas en su anecdotario:

  • En la calle del Prado, hay un pasadizo que servía de acceso a las damas, a los actores o al mismísimo Godoy, según las diferentes épocas.
  • El rey Alfonso XIII, tenía su propio palco al que accedía con un ascensor privado.
  • La sala denominada “Salón de Té”, fue en su día una cafetería y cuando cambió su uso, se disimuló el montaplatos tras un reloj.
  • En la cafetería del Teatro Español comenzaron a reunirse los tertulianos que, posteriormente fundaron el Casino de Madrid.
Edif. España desde plaza de España

El edificio España, un icono al borde de la extinción

Presidiendo la Plaza de España, allí donde finaliza la Gran Vía y comienza la calle Princesa, nos encontramos con uno de los edificios más representativos de la capital. Se trata del edificio España, coloso de ladrillo rojo creado por el gobierno franquista como símbolo de prosperidad y modernidad.

Edificio EspañaLa andadura del edificio España se inició en 1948 y fue finalizado en 1953. Es obra de José María y Julián Otamendi. El inmueble de 117 metros de altura y 25 plantas se estructura en tres cuerpos escalonados. Cuenta con un servicio de 29 ascensores, lo que fue todo un record en su época. Es de estilo neobarroco con una bonita portada de dicho estilo marcando la fachada principal.

Desde su inicio se concibió para albergar en su interior todas las actividades de la vida moderna. Este tipo de edificios se pusieron de moda en Europa a mitad del siglo XX y eran conocidos como “edificios ciudades”. El edificio España, en su interior, albergó apartamentos, viviendas, oficinas, un centro comercial y hasta el año 2006 fue sede del mítico Hotel Plaza. En los años 90 dispuso, además, de una discoteca con piscina en una de sus azoteas.

Solo se conserva intacta la fachada y el vestíbulo.

Mi abuela me contaba una anécdota de este emblemático edificio. Me contaba que era conocido como “la casa del **ño”, porque cuando venían personas de los pueblos a la capital, el primer comentario de la gente al verlo era: “**ño, que alto.

Desde el año 2006, el edificio España permanece vacío y cerrado con el consiguiente deterioro que ello conlleva. Tras pasar por diferentes propietarios en 2014 fue comprado por el magnate chino Wang Jianlin, propietario del grupo inmobiliario Dalian Wanda.

El proyecto de futuro ideado por Jianlin para el edificio España, apenas  difiere de su utilidad inicial. El empresario chino piensa albergar en su interior un hotel, un centro comercial y viviendas de lujo. De momento, el proyecto está paralizado.

Jianlin, aduciendo al estado de deterioro del edificio provocado por sus años de abandono, solicitó a la Comisión Local de Patrimonio Histórico, (integrada por el Gobierno Regional y el Ayuntamiento), una rebaja del grado de protección histórico del edificio. La Comisión accedió a esta rebaja poniendo como condición inamovible el mantenimiento de la fachada principal y los alzados.

Según noticias aparecidas el pasado mes de julio en el diario El País, el grupo Dalian Wanda dice que es muy caro y poco seguro mantener una fachada de esas dimensiones y propone la demolición del edificio.

El Ayuntamiento se opone y la última propuesta de Jianlin, según artículo aparecido en el diario El País del  28 de julio, es desmontar el edificio piedra a piedra, restaurarla y volver a construirlo igual. De momento, el Ayuntamiento tampoco está dispuesto a autorizar esta propuesta.

Por el momento, las obras están paradas, por lo que el edificio España sigue cerrado, abandonado y deteriorándose.

Solo confío en que encuentren la forma de volver a darle vida, manteniéndole tal cual ha sido siempre.

Aunque no tenga valor arquitectónico ni artístico importante, no puede imaginarme la Plaza de España sin su majestuoso coloso a modo de peineta.

Edificio España